Invierno es una época propicia para recordar. Por ello, me permito revisitar la experiencia de un taller que realicé en TEA Tenerife Espacio de las Artes el año pasado, a principios de otoño, gracias a la invitación de Onda Corta. Fue el primer taller en el que llevé a una mesa compartida preguntas y referencias sobre temas que han ocupado mi mente y espíritu últimamente: las recetas y su relevancia en nuestra historia personal. Fue un momento único, en particular, que este taller ocurriera en Tenerife, una de las Islas Canarias, lugar de origen de mi familia materna, originaria de La Palma.
Con mucha antelación, la antelación de mis monólogos y lectura personal, preparé este taller. Sin embargo, fue en el Mercado de Nuestra Señora de África, mientras compramos los ingredientes para el taller, que todo empezó a cobrar más sentido. Siguiendo mi constante misión de hacer sauerkraut colectivamente, en este taller no solo invitaba a las participantes a hacer este experimento fermentista conmigo, sino que además las animaría a escribir su propia receta. Mi primera búsqueda en el mercado fue la sal.
La sal se la compramos al señor Paulino Acosta, cuyo negocio ha estado en el Mercado desde hace más de 60 años. El señor Paulino compartió numerosas historias sobre el Mercado y nos habló de su familia. Al enterarse de que mi familia es palmera (de la isla La Palma) y que soy venezolana, me mencionó Aragua, donde residen o residían (antes de la diáspora) la mayor cantidad de palmeros en Venezuela. Yo no sabía esto pero recordé que mi familia viajaba a Cagua (Aragua) todos los años para venerar a la Virgen de las Nieves. Luego hablamos sobre la Virgen, una de mis favoritas porque la celebran comiendo delicias: quesos de almendras, almendros, rosquetes y porque mi madre lleva su nombre: Nieves Guadalupe.
Desde el primer momento, algo familiar me atravesó. Este fue el comienzo de mi experiencia en el taller en una isla que nunca deja de conmoverme y que siempre me ha recibido con afecto en mis visitas. A continuación, comparto un adelanto de lo que será una publicación editada por Onda Corta, relacionada con este taller. Esta edición reunirá las recetas de las personas que participaron en el taller y será impresa en riso en las próximas semanas, acompañada por la introducción que encontrarán a continuación.
Las recetas son manuales de uso; instrucciones que nos invitan a transformar ciertos elementos, siguiendo un orden de acciones. Hemos compartido recetas desde tiempos inciertos a través de historias, entre comunidades y ahora, con más frecuencia, las expresamos en gramos, mililitros, enfocadas en técnicas y precisión. En cualquiera de sus formas, las recetas sirven como documento para traspasar información que tiene que ver con ideas y prácticas de cuido: nutrir los cuerpos, alimentar y también preservar tradiciones. Las recetas, en ese sentido, son contenedores de un conocimiento vivo que atraviesan nuestra historia personal a través de los alimentos. Ursula K Le Guin presentó una contranarrativa a la noción de que las primeras herramientas creadas fueron armas, y argumentó que en verdad fueron contenedores, cestas que servían para recolectar y traer comida al hogar. Así como las recetas, que suponen un eterno ciclo de dar-recibir, y contienen multitudes en sí mismas.
A su vez, las publicaciones son también contenedores de multitudes y en este recetario hemos compilado las recetas de todas las participantes del taller “manuales de uso para preservar memorias”, celebrado en Tea Tenerife Espacio de las Artes, el 30 de septiembre de 2023, organizado por Onda Corta. En este encuentro cada persona tuvo a su disposición las mismas instrucciones (cómo preparar un sauerkraut) y acceso a los mismos ingredientes. Juntas hicimos la receta, amasamos coles, experimentamos con especias, apretamos vegetales en frascos. Cada ensamblaje abrió camino a nuevas maneras de concebir la misma receta, a partir de preguntas compartidas, conversadas colectivamente pero afrontadas desde una ecología interior que devino en diferentes sabores, texturas, olores y reflexiones sobre el mismo experimento: un sauerkraut.
En el libro “Pequeños fuegos” que me atrevo a traducir libremente a continuación, la autora Rebecca May Johnson dice que: “La receta es un método para responder a las cosas. Las cosas tienen agencia en muchas direcciones. Como las palabras, tienen historias y contextos, pero cuando ejecuto la receta, las cosas se convierten en otras cosas, en una transformación más desordenada que las palabras de una frase. Me salpica la camisa de rojo (…) La receta es un texto que puede producir salpicaduras porque ya salpicaba antes de ser lenguaje. El lenguaje es sólo un patrón de la receta, no su origen ni su fin.” La receta se convierte en una forma de ver más allá de nosotras, desde lo más íntimo, preparado con nuestras manos, y a medida que se replica, va a acumulando más vida en sí misma.
Las historias a continuación son un testimonio de un encuentro, un momento suspendido en el tiempo y contenido en estas páginas, en el cual un grupo de personas, algunas que se conocían entre sí, amigas, extrañas, preparamos juntas una misma receta y escribimos sobre ella.
desde Berlín, Kreuzberg,
Rebeca Pérez Gerónimo.
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